Uno de los recuerdos que más me he encargado de atesorar de mi infancia es la Colección Robin Hood. Unos libros amarillos, de tapa dura, que traían toda clase de historias. Con ellos, entre otras cosas aprendí:

- Que La Sirenita es, en realidad, una historia muy triste, pero mucho más verosímil que esa falsa Ariel que se la pasa cantando con un cangrejo y un pez amarillo gordo

- Que de haber podido elegir a una de las Mujercitas, me quedaba con Jo... sin dudar.

- Que pocas torturas, me oscurecen tanto la mente como imaginar al Hombre de la Máscara de Hierro

- Que tener Ocho Primos,a pesar de que uno se llame Carlos, no es lo mismo sin Archie.

- Que no debería haber cortado el intercambio de correo que provocó Papaíto Piernas Largas.

- Que Malasia no es un país lejano del que nosé nada, sino que es la tierra de Sandokan

- Que si el Patito Feo es la biografía de Andersen, a él debería citarselo cada vez que se hable de metáforas.

- Que de los Tres Mosqueteros, la triste melancolía de Athos es la que más conmueve

- Que si un día quiero vengarme, El Conde de Montecristo debería ser mi manual


Continuará

PD: busque imagenes de éstos libros, al menos de alguno, pero o en google no está todo o yo no lo encuentro