viernes, mayo 28, 2004
Elije tu propia aventura. Hoy: Mormones
Nota: más allá de las impresiones que cause, respeto razas, colores, religiones y creencias. Sin embargo, ésta historia promete. Si alguno tiene algún planteo serio, para eso tengo un mail, lo charlamos. Pero nótese que nada de lo que digo es mentira y que por las dudas separo fé de religión.
Era una vez (y atenti que es cierto) un jóven norteamericano llamado John Smith (Juan Pérez, bah), que sufría horrores por causa de las constantes discuciones de sus padres (ambos pertenecían a religiones distintas, y -paradojicamente- este era el único y constante motivo de grandes despelotes).
Un día (de fines del 1700, principios del 1800), nuestro buen amigo Juan (John) se encontraba paséando sólo a campo abierto (nótese el SóLO, éstas cosas no pasan delante de testigos), cuando (san san, jaja) se le apareció un ángel (ah la pipeta). Pero ojo que no se trataba de un ángel cualquiera, no señor, se trataba del ángel Moroni, (esperen que termino de reirme y sigo..., si no entienden el motivo chequeen el título).
Moroni le dijo a John (palabras más, palabras menos) que tenía que hacerle una importante revelación ("en cientos de años, Morón será equipo de fútbol"): "Voy a revelarte por medio de mi hijo (momento, acá hay nepotismo) una planchas de oro (aprendé Moisés) que contrendrán los preceptos de una nueva religión que abarcará a todas las religiones y terminará con las discuciones por este tema" (que clarusa la tenía éste ángel como para andar desafiándo las tablas de los mandamientos a campo abierto)
Y ahora, mis amigos, rememorando a los libros de nuestra infancia, voten en el post de abajo, cómo seguimos con esto.
Era una vez (y atenti que es cierto) un jóven norteamericano llamado John Smith (Juan Pérez, bah), que sufría horrores por causa de las constantes discuciones de sus padres (ambos pertenecían a religiones distintas, y -paradojicamente- este era el único y constante motivo de grandes despelotes).
Un día (de fines del 1700, principios del 1800), nuestro buen amigo Juan (John) se encontraba paséando sólo a campo abierto (nótese el SóLO, éstas cosas no pasan delante de testigos), cuando (san san, jaja) se le apareció un ángel (ah la pipeta). Pero ojo que no se trataba de un ángel cualquiera, no señor, se trataba del ángel Moroni, (esperen que termino de reirme y sigo..., si no entienden el motivo chequeen el título).
Moroni le dijo a John (palabras más, palabras menos) que tenía que hacerle una importante revelación ("en cientos de años, Morón será equipo de fútbol"): "Voy a revelarte por medio de mi hijo (momento, acá hay nepotismo) una planchas de oro (aprendé Moisés) que contrendrán los preceptos de una nueva religión que abarcará a todas las religiones y terminará con las discuciones por este tema" (que clarusa la tenía éste ángel como para andar desafiándo las tablas de los mandamientos a campo abierto)
Y ahora, mis amigos, rememorando a los libros de nuestra infancia, voten en el post de abajo, cómo seguimos con esto.