Antes que nada, es bueno que sepan que para mí Dolina es un grosso.

Bueno, resulta que yo hace un tiempo pensaba postear algo sobre mi primer amor. Mi post hubiera dicho, que muchas faces de mi vida pueden ser explicadas por el hecho de que yo no tuve un primer amor, sino tres.

Y claro, ustedes iban a saltar diciendo que blablablabla (*INSERTAR variaciones de "perra", "todas las minas son iguales", "no podés cagar a todos así") y no. Yo me refería al hecho de que por un lado está Gastón, que fue mi primer amor cuando los dos eramos muy chicos e inocentes y nos dabamos la mano para trepar a los árboles (claro que unos años después él me trepó a mí) y con eso sólo creíamos comprado el mundo. Después vino Sergio, que fue el primer chabón que me voló la cabeza y me quiso como nadie y bla, y después vino Nahuel que fue mi primer novio oficial, el chabón que más me hizo reír en la vida y mi primer, ejem, hombre.

De entre estos tres, yo nunca pude delimitar con claridad cuál fue el primer amor.

Y anoche estaba viendo en la tele un reportaje a Dolina, quien hablando sobre este tema dijo algo medio similar. Según él, uno no puede saber cúal es el primer amor. Que el primer amor quizá es, en realidad, el sexto y uno no lo sabe hasta que se pelea con el noveno. Porque uno no puede saber quién es el primer amor, hasta que la historia (de uno) se cierra y entonces uno mira para atrás, ata cabos y resuelve todo. Y entonces, recién entonces puede ir a buscar al primer amor.

Aunque, según él, al primer amor hay que ir a buscarlo enseguida. Para evitar el deterioro, el olvido y las falsas expectativas. Por ejemplo, si uno termina con un amor el miércoles, el viernes tiene que ir a tocarle el timbre y decirle: hola, vengo después de tanto tiempo porque vos sos mi primer amor.

Un grosso.