
jueves, agosto 25, 2005
Síntomas
muy pero muy tremendo (se siente un ritmo loco, suena idem) es que sea tarde y llueva mucho y en la alacena te quede un sólo chocolate de esos caros y ricos y... sublimes... y haga frío y el café te esté esperando recién servido y tu hijo de dos años (que no sabés qué corno hace en la cocina si lo acostaste hace más de una hora) te mire con cara de... wow... que rico, mamá compró chocolate; y vos no sólo se lo des, sino que encima estes re feliz por eso.