
martes, septiembre 06, 2005
Cursi
Hay una plaza, bah, en realidad es una de esas esquinas en las que el gobierno de la ciudad puso una reja, cuatro bancos y dos árboles y se improvisó una plaza...
Decía, hay una plaza de estas por la que yo paso dos por tres al mediodía para ir al laburo, bah, en realidad es a la tarde temprano, tipo 14:20... o un poco más... justo cuando se puede aprovechar el sol de los días friós.
Sigamos, hay una plaza de estas por la que yo paso seguido a eso de las dos y media de la tarde, cuando voy a uno de mis laburos. En la plaza hay dos viejos, bah, en realidad, son muy viejos... están muy arrugaditos y abrigados, con un montón de paquetes, porque los viejos siempre llevan paquetes de más, en especial las viejas que no sé para qué se ponen esos tacos si después para subir al colectivo...
Decía, hay una plaza de estas por la que yo paso seguido a eso de las dos y media de la tarde, cuando voy a uno de mis laburos. En la plaza hay dos viejos, muy viejos, arrugados y abrigados... Y él, tiene un libro en la mano, bah, en realidad, él tiene un libro en la mano a veces, porque otras veces lo sostiene ella y él le lee en voz alta, debajo de un rayo de sol
En resumen, hay una plaza de estas por la que yo paso seguido a eso de las dos y media de la tarde, cuando voy a uno de mis laburos. En la plaza hay dos viejos, muy viejos arrugados y abrigados... Y tienen un libro, y él le lee en voz alta, debajo de un rayo de sol. Y yo ya les inventé una historia de caballeros hidalgos y doncellas en apuros... y por ahí nada que ver... Pero para mí que ella es una reina y él... bah, en realidad, qué importa, es re grosso llegar a viejo así.
Escrito es cursi, pero es grosso.
Decía, hay una plaza de estas por la que yo paso dos por tres al mediodía para ir al laburo, bah, en realidad es a la tarde temprano, tipo 14:20... o un poco más... justo cuando se puede aprovechar el sol de los días friós.
Sigamos, hay una plaza de estas por la que yo paso seguido a eso de las dos y media de la tarde, cuando voy a uno de mis laburos. En la plaza hay dos viejos, bah, en realidad, son muy viejos... están muy arrugaditos y abrigados, con un montón de paquetes, porque los viejos siempre llevan paquetes de más, en especial las viejas que no sé para qué se ponen esos tacos si después para subir al colectivo...
Decía, hay una plaza de estas por la que yo paso seguido a eso de las dos y media de la tarde, cuando voy a uno de mis laburos. En la plaza hay dos viejos, muy viejos, arrugados y abrigados... Y él, tiene un libro en la mano, bah, en realidad, él tiene un libro en la mano a veces, porque otras veces lo sostiene ella y él le lee en voz alta, debajo de un rayo de sol
En resumen, hay una plaza de estas por la que yo paso seguido a eso de las dos y media de la tarde, cuando voy a uno de mis laburos. En la plaza hay dos viejos, muy viejos arrugados y abrigados... Y tienen un libro, y él le lee en voz alta, debajo de un rayo de sol. Y yo ya les inventé una historia de caballeros hidalgos y doncellas en apuros... y por ahí nada que ver... Pero para mí que ella es una reina y él... bah, en realidad, qué importa, es re grosso llegar a viejo así.
Escrito es cursi, pero es grosso.