Una de las cosas que realmente debería existir es un Manual de Citas (no, claro, no estoy hablando en serio) pero uno posta, no uno de esos de autoayuda o de chamuyo barato (no dije Bucay no salten que no di nombres).

Por ejemplo. Un capítulo clave sería:

Sobre quién debe pagar en la primera cita, sobre las circunstancias en que debe hacerlo, sobre la manera en que debe conducirse respecto a la propina

(sí, es un título largo pero es muy descriptivo... peor que sea corta y que ni jugar quiera).

Para empezar, el que paga en la primera cita es él. Caaaaaaaaaalmaaaaaaa... Mantengan las formas (hay gimnasios baratos en todos los barrios). Yo soy de las que opinan (y aplican, porque no me dedico a la política) eso de que los costos sean mitad y mitad. Porque si los dos trabajamos bla. Pero en la primera cita re da, pero re da que pague él. Porque ponerse a hacer la división de la cuenta, sin contar el hecho de que una comió una lechuga untada en queso crema y el señor lomo a caballo (no interpretar lo de "a caballo" como la posición en la que aspiramos acabar (guiño guiño) la noche). Decía, no da. Hay que jugarse la carta de caballero de una.

Salvo que uno esté que se parta de bueno, o que tenga re claro el chamuyo ese de que no busca nada en serio con una mina y entonces la mina esté dispuesta a arrastrarse cual serpiente en el lodo (no pensar en dos mujeres desnudas peleando).

Insisto, hay que jugar la carta del caballero.

Pero...
¿cómo pagar?



Este momento es muy delicado e incómodo. Los NO:

- No da para empezar a discutir delante del mozo, sobre quién carga con la cuenta
- No da sacar la plata con aire de sexo (que viene a ser lo que convocó a ambos a reunirse)superior y decir "dejá yo pago"
- No da provocar una confusión semejante que la mina se vea obligada a decir: "la próxima pago yo... si es que hay próxima" mientras de fondo el concierto polifónico de grillos toca "Las cuatro estaciones completas"
- No da decir cosas como: no traje efectivo y si pago con tarjeta mi es... vieja me hincha las pelotas- No da hacer chistes de mal gusto: ja, mirá no traje guita, cuántos platos lavas por minuto?
- No da no dejar propina después de haberse hecho traer de todo, obligando a la mina a humillarlo a uno dejando la propina ella o humillarse ella retirandose cabizbaja para no cruzar miradas con el mozo.

Si da, pero re da, cuando ella se levanta al baño cancelar la cuenta, o, avisparse y si ella se atornilla a la silla para que no le puedan mirar el orto hasta que la luz sea roja o tenue, ir al baño uno mismo, pasar por caja redondear con propina incluída y convertirse en el caballero del año...

Porque esto es como dijo Confucio: hay que retroceder para vencer.