martes, enero 24, 2006
Varieté con moraleja
Una actitud tan simple como callarte la boca cuando no tenés nada interesante para decir, que en el mundo real sería tan bien apreciada, en el Mundo B, roza el abandono.
Y a mí me encanta que me rocen.
Ja... no
No?
Nada, que yo no abandono, que para eso está la lepra...
Hablando de fútbol, cuanto lo favorece a Luciano Figueroa el haberse cortado así el pelo (anoten esto, porque a este pibe ahora le va a empezar a ir mal).
Mal... pero lo que se dice mal... me pone que la gente hable tanto en el cine... pero peor me ponen los boludos de treintaypico que van a ver películas infantiles (Valiant, por ejemplo, que es para nenes aún más chiquitos que Joa, bue, no tanto) y pretenden que las criaturitas de Dios hagan silencio... cualquiera.
Cualquiera, pero cualquiera mal fue el programa de Casero. O sea, no. No. Casero, querido, debiste exigir que contrataran a Alberti y a Capusotto. Y ni hablar de hacer los mismo personajes que en el noventa y pico... desastroso. De Leticia Bredice no hace falta acotar nada. Si yo fuera Adrián estaría despidiendo al del casting.
Hablando de despedir, qué grossa película es El empleado del mes, con Matt Dillon, no sé por qué exacta razón jamás me había enterado de su existencia. Pero paga con creces los $3 que sale el alquiler de DVDs.
Y hablando de cine, permitanme presentarles al nuevo objeto de mi afecto... acá
Sí, ya sé, ni se gasten.
PD: ¿qué nos enseña este post? que si no hay nada que decir, no hay que decir nada y que si uno empieza hablando de una pavada, generalmente terminará encadenando con otras pavadas. Por lo tanto, la moraleja es:
que el que no coge, se deja.
Y yo con el último link me de... nada, nada... ni falta que hace.
Y a mí me encanta que me rocen.
Ja... no
No?
Nada, que yo no abandono, que para eso está la lepra...
Hablando de fútbol, cuanto lo favorece a Luciano Figueroa el haberse cortado así el pelo (anoten esto, porque a este pibe ahora le va a empezar a ir mal).
Mal... pero lo que se dice mal... me pone que la gente hable tanto en el cine... pero peor me ponen los boludos de treintaypico que van a ver películas infantiles (Valiant, por ejemplo, que es para nenes aún más chiquitos que Joa, bue, no tanto) y pretenden que las criaturitas de Dios hagan silencio... cualquiera.
Cualquiera, pero cualquiera mal fue el programa de Casero. O sea, no. No. Casero, querido, debiste exigir que contrataran a Alberti y a Capusotto. Y ni hablar de hacer los mismo personajes que en el noventa y pico... desastroso. De Leticia Bredice no hace falta acotar nada. Si yo fuera Adrián estaría despidiendo al del casting.
Hablando de despedir, qué grossa película es El empleado del mes, con Matt Dillon, no sé por qué exacta razón jamás me había enterado de su existencia. Pero paga con creces los $3 que sale el alquiler de DVDs.
Y hablando de cine, permitanme presentarles al nuevo objeto de mi afecto... acá
Sí, ya sé, ni se gasten.
PD: ¿qué nos enseña este post? que si no hay nada que decir, no hay que decir nada y que si uno empieza hablando de una pavada, generalmente terminará encadenando con otras pavadas. Por lo tanto, la moraleja es:
que el que no coge, se deja.
Y yo con el último link me de... nada, nada... ni falta que hace.