martes, marzo 07, 2006
Sobre la seguridad, la destitución de Ibarra, el post bolichedeoncequeseincendió, el jardin de infantes, los zurdos, el sujeto crítico y los putos.
Después que fue lo de elbolichequeseincendió nos indignamos todos. Y además, nos dimos cuenta de que vivíamos en una nube de pedos porque sabíamos que esos lugares en los que nos metíamos eran inseguros, pero nos metíamos igual sin saber qué tan inseguros eran.
Ni hablar de shoppings, colegios y restaurantes... ni se te ocurría.
Después de elbo...lugarpararecitalesqueseincendió nos pusimos un poco más las pilas. Yo empecé a ubicar las salidas de emergencia de los lugares cerrados, aparecieron mapas y planos en todos los shoppings, clausuraron a unos cuantos giles y bla.
Pero Bla.
Así, gigante. Y con mayúscula.
Porque nada más.
Pero nada.
POrque hoy que estan todos los medios levantando apuestas sobre si destituyen o no a cierto intendente que otrora ganó fama por perder a Shakira en brazos de Antonito... pasan cosas increíbles como lo completamente impresentables que están varios colegios, como habrán visto ustedes si se le animan a un noticiero promedio.
Pero no voy a eso. Voy a otra cosa.
Cuando fue lo delmencionadolug... una de las cosas que más me dió por las bolas (quisiera usar este paréntesis para decir que no me desvirtuén con señalar culpables ni nada, no estoy dando acá muestras de mi acabada opinión sobre el desafortunadísimo hecho)... fue que el debate en serio que teníamos que hacer como sociedad que deberíamos ser... nunca llegó.
Quiero decir. Nadie habló de la cultura del aguante (sí, sí, asocien con pedorro programa futbolero de ídem nombre) que tanto mal nos hizo, ni sobre las causas de que un pendejo de 17 años lleve a su hijo a una pocilga de esas, ni sobre las infraestructura, ni el deber ser de quienes deberían, ni la corrupción de un inspector que... ya lo saben.
Ese debate, nunca llegó.
Se los digo en serio.
Porque sino, no da, para llegar hoy... seis de marzo, con tu crío a un jardin de infantes de clase media y cuota alta, con primaria y secundaria... y que sea un caos... pero un caos. Con un tobogan desarmado en el medio del patio. Los caños del soporte de ese tobogan sobresaliendo por todos lados. Un subeybajas apilado arriba de la madera del tobogan. Una rampa que resbala, una escalinata sin puerta... y paro de enumerar porque trompeo a alguien.
Y mucho menos da, ser la única. Pero la única que se acerca a la directora a decirle de todo y que como le responde que sí, que es verdad, que no me va a discutir si tengo razón, que el viernes pasado se reunieron todos preocupados y que nada concreto, se va con su hijo, la mochila y la puta caja forrada con papel araña a buscar otro jardín y metete la guita de la inscripción en el orto y ojalá te sirva para pintar los baños o al menos poner el perchero en la sala... o comprar facturas para que se te asienten en ese orto granuliento y oloroso sobre el que no quisiera tener que apoyarme seis o siete horas por día.
Y nada. Que encontré un jardín nuevo. Porque yo siempre tengo suerte para estas cosas. O, al menos, le pongo garra. Que lo pintaron todo y el tobogán está armado. Que la salas son grandes y hermosas. Y son re zurdos. Y tienen como propuesta metodológica construír un sujeto crítico que habla de lo comunitario, que tiene huerta y circo y biblioteca ambulante desde la salita de dos, que enseña inglés, música y gimnasia y que me queda a una cuadra más... de lo que caminaba para ir a tomar el colectivo para el otro.
Pero igual, no es eso. No pasa por ahí. Pasa porque no aprendemos nada. De nada.
Y ojo. Que yo, y pongo las manos en el fuego, tampoco hubiera aprendido nada si no hubiera estado elsermásimportantedelmundo en el protagónico de la historia.
Ufs... se hizo re largo..
En resumen: todos putos!
Ni hablar de shoppings, colegios y restaurantes... ni se te ocurría.
Después de elbo...lugarpararecitalesqueseincendió nos pusimos un poco más las pilas. Yo empecé a ubicar las salidas de emergencia de los lugares cerrados, aparecieron mapas y planos en todos los shoppings, clausuraron a unos cuantos giles y bla.
Pero Bla.
Así, gigante. Y con mayúscula.
Porque nada más.
Pero nada.
POrque hoy que estan todos los medios levantando apuestas sobre si destituyen o no a cierto intendente que otrora ganó fama por perder a Shakira en brazos de Antonito... pasan cosas increíbles como lo completamente impresentables que están varios colegios, como habrán visto ustedes si se le animan a un noticiero promedio.
Pero no voy a eso. Voy a otra cosa.
Cuando fue lo delmencionadolug... una de las cosas que más me dió por las bolas (quisiera usar este paréntesis para decir que no me desvirtuén con señalar culpables ni nada, no estoy dando acá muestras de mi acabada opinión sobre el desafortunadísimo hecho)... fue que el debate en serio que teníamos que hacer como sociedad que deberíamos ser... nunca llegó.
Quiero decir. Nadie habló de la cultura del aguante (sí, sí, asocien con pedorro programa futbolero de ídem nombre) que tanto mal nos hizo, ni sobre las causas de que un pendejo de 17 años lleve a su hijo a una pocilga de esas, ni sobre las infraestructura, ni el deber ser de quienes deberían, ni la corrupción de un inspector que... ya lo saben.
Ese debate, nunca llegó.
Se los digo en serio.
Porque sino, no da, para llegar hoy... seis de marzo, con tu crío a un jardin de infantes de clase media y cuota alta, con primaria y secundaria... y que sea un caos... pero un caos. Con un tobogan desarmado en el medio del patio. Los caños del soporte de ese tobogan sobresaliendo por todos lados. Un subeybajas apilado arriba de la madera del tobogan. Una rampa que resbala, una escalinata sin puerta... y paro de enumerar porque trompeo a alguien.
Y mucho menos da, ser la única. Pero la única que se acerca a la directora a decirle de todo y que como le responde que sí, que es verdad, que no me va a discutir si tengo razón, que el viernes pasado se reunieron todos preocupados y que nada concreto, se va con su hijo, la mochila y la puta caja forrada con papel araña a buscar otro jardín y metete la guita de la inscripción en el orto y ojalá te sirva para pintar los baños o al menos poner el perchero en la sala... o comprar facturas para que se te asienten en ese orto granuliento y oloroso sobre el que no quisiera tener que apoyarme seis o siete horas por día.
Y nada. Que encontré un jardín nuevo. Porque yo siempre tengo suerte para estas cosas. O, al menos, le pongo garra. Que lo pintaron todo y el tobogán está armado. Que la salas son grandes y hermosas. Y son re zurdos. Y tienen como propuesta metodológica construír un sujeto crítico que habla de lo comunitario, que tiene huerta y circo y biblioteca ambulante desde la salita de dos, que enseña inglés, música y gimnasia y que me queda a una cuadra más... de lo que caminaba para ir a tomar el colectivo para el otro.
Pero igual, no es eso. No pasa por ahí. Pasa porque no aprendemos nada. De nada.
Y ojo. Que yo, y pongo las manos en el fuego, tampoco hubiera aprendido nada si no hubiera estado elsermásimportantedelmundo en el protagónico de la historia.
Ufs... se hizo re largo..
En resumen: todos putos!