jueves, junio 01, 2006
Beso a beso...
Muchos se preocupan por el tema del polvo (este post no viene sutil, retiren a sus niños, a sus prejuicios y al potus de atrás que es una planta re noventas y ya ni da) (igual, se sabe, si se anuncia que no es ATP, seguro que lo es).
Decía, que muchos se preocupan por el tema del polvo... y lo bien que hacen... desde acá vaya el humilde agradecimiento de algunas de nosotras.
No iba por ahí este post.
Iba por acá... pocos se preocupan por cómo besan. Digamos, en comparación. O sea, la mayoría, muchos, varios, algunos, un par (qué importa, esto es un blog no una revista de sociología ni de ciencia) creen que saben besar por el solo hecho de que existir.
Y no.
No es soplar y hacer botellas (bueno ojo, ese ejemplo me lo podría haber guardado para ciertas otras prácticas orales).
Decía... y no. Porque no. Porque no es que vos abrís la boca y listo, fluye (no... ahora no estamos hablando de esas otras ciertas prácticas orales). Ponele, un error muy común, es el de secretar (no, no secretear, hay diccionarios on line, por favor) demasiada saliva.
Empiezan a babear... y vos tenés que estar tragando como una loca... (insisto, seguimos con el beso) o separarte disimuladamente y apoyarte en el hombro de él en plan de damisela enamorada, para bueno, usar su remera de lo que otrora fuera función del papel secante en el aula.
Otro error, es el tema de los dientes. A ver, los dientes no le gustan a todo el mundo. Quiero decir, que tenga dientes es importante; hablo del uso de los mismos... ¿Vieron cuando a ustedes no les gusta que se les muerda la pij... (PERDÓN, foul)? Bueno, neither us. Primero, porque algunas pij.... (otra vez) no tenemos...
No, en serio, no muerdan loco, duele cuando muerden la lengua... jugar a atraparla entre los dientes es muy canchero, pero no muerdan, no abusen.
Otro error, el beso hinchapelotas... que no corta nunca, vos ves que se te va un bondi, que se hace tarde, que empiezan a levantar las mesas del bar y sigue, sigue... y ni siquiera cambia de lado, y sabés que mañana vas a tener tortícolis... y....
Pero para qué detenernos en el no... no vale la pena fijar el error.
Hablemos de los buenos besos. Yo tengo una teoría sobre este tema. Y una práctica que... mamita (je)... Mi teoría es que existen, besadores malos, regulares, buenos y eximios. Detengamosnos en estos últimos, rara avis... No, no son esos tipos que te dan unos besos tremendos, que te calientan a full, que... No, esos son los buenos, los muy buenos, los excelentes, lo que quieran.
Yo hablo de otros, tipos que están en un nivel diferente. Que, ponele, si tuviste suerte te cruzaste con uno en la vida, dos. Pero la mayoría no se cruza ni con uno, aunque crees que sí, hasta que encontras a uno de verdad. Son esos tipos que, literalmente, te atontan. Te dejan sin aire, sin capacidad de respuesta inmediata. No hace falta siquiera estar enamorada, ni que te gusten demasiado, porque lo que hacen está en tu boca, en la manera en que su lengua te recorre, te roza, te invade, literalmente, como nunca nadie lo hizo antes ni lo hará después...
Yo, tuve/tengo/tendré buenos besadores... porque el destino conmigo fue siempre generoso, pero de estos me crucé sólo con uno... y me acuerdo, me acuerdo con una claridad qeu asusta, la manera en que ese condenado demonio me comió la boca en medio de Av. Rivadavia una noche fría y no del todo clara.
Y ponele... yo aseguro que me cruce después con besadores increíbles, de talento reconocido, pero de esta rara categoría no, nunca más... y supongamos que ya no me toque otro... un solo tipo de estos en toda la vida. Evidentemente, yo soy una mina con suerte.
Para vos... J. J.
Y para vos, por la charla de anoche, porque si yo tuviera que apostar así a ciegas juraría que estas en esta categoría, pero bueno, sabés como soy de inútil para la frontera de lo que es o no real, a veces
PD1: y para todos los que van a decir que el beso se hace de a dos y que acá queda como que la mina solo tiene que abrir la boca y blablabla... nada, no pierdan el tiempo, que ya bastante lo perdieron si no son el de PD1 y estan leyendo hasta acá.
Decía, que muchos se preocupan por el tema del polvo... y lo bien que hacen... desde acá vaya el humilde agradecimiento de algunas de nosotras.
No iba por ahí este post.
Iba por acá... pocos se preocupan por cómo besan. Digamos, en comparación. O sea, la mayoría, muchos, varios, algunos, un par (qué importa, esto es un blog no una revista de sociología ni de ciencia) creen que saben besar por el solo hecho de que existir.
Y no.
No es soplar y hacer botellas (bueno ojo, ese ejemplo me lo podría haber guardado para ciertas otras prácticas orales).
Decía... y no. Porque no. Porque no es que vos abrís la boca y listo, fluye (no... ahora no estamos hablando de esas otras ciertas prácticas orales). Ponele, un error muy común, es el de secretar (no, no secretear, hay diccionarios on line, por favor) demasiada saliva.
Empiezan a babear... y vos tenés que estar tragando como una loca... (insisto, seguimos con el beso) o separarte disimuladamente y apoyarte en el hombro de él en plan de damisela enamorada, para bueno, usar su remera de lo que otrora fuera función del papel secante en el aula.
Otro error, es el tema de los dientes. A ver, los dientes no le gustan a todo el mundo. Quiero decir, que tenga dientes es importante; hablo del uso de los mismos... ¿Vieron cuando a ustedes no les gusta que se les muerda la pij... (PERDÓN, foul)? Bueno, neither us. Primero, porque algunas pij.... (otra vez) no tenemos...
No, en serio, no muerdan loco, duele cuando muerden la lengua... jugar a atraparla entre los dientes es muy canchero, pero no muerdan, no abusen.
Otro error, el beso hinchapelotas... que no corta nunca, vos ves que se te va un bondi, que se hace tarde, que empiezan a levantar las mesas del bar y sigue, sigue... y ni siquiera cambia de lado, y sabés que mañana vas a tener tortícolis... y....
Pero para qué detenernos en el no... no vale la pena fijar el error.
Hablemos de los buenos besos. Yo tengo una teoría sobre este tema. Y una práctica que... mamita (je)... Mi teoría es que existen, besadores malos, regulares, buenos y eximios. Detengamosnos en estos últimos, rara avis... No, no son esos tipos que te dan unos besos tremendos, que te calientan a full, que... No, esos son los buenos, los muy buenos, los excelentes, lo que quieran.
Yo hablo de otros, tipos que están en un nivel diferente. Que, ponele, si tuviste suerte te cruzaste con uno en la vida, dos. Pero la mayoría no se cruza ni con uno, aunque crees que sí, hasta que encontras a uno de verdad. Son esos tipos que, literalmente, te atontan. Te dejan sin aire, sin capacidad de respuesta inmediata. No hace falta siquiera estar enamorada, ni que te gusten demasiado, porque lo que hacen está en tu boca, en la manera en que su lengua te recorre, te roza, te invade, literalmente, como nunca nadie lo hizo antes ni lo hará después...
Yo, tuve/tengo/tendré buenos besadores... porque el destino conmigo fue siempre generoso, pero de estos me crucé sólo con uno... y me acuerdo, me acuerdo con una claridad qeu asusta, la manera en que ese condenado demonio me comió la boca en medio de Av. Rivadavia una noche fría y no del todo clara.
Y ponele... yo aseguro que me cruce después con besadores increíbles, de talento reconocido, pero de esta rara categoría no, nunca más... y supongamos que ya no me toque otro... un solo tipo de estos en toda la vida. Evidentemente, yo soy una mina con suerte.
Para vos... J. J.
Y para vos, por la charla de anoche, porque si yo tuviera que apostar así a ciegas juraría que estas en esta categoría, pero bueno, sabés como soy de inútil para la frontera de lo que es o no real, a veces
PD1: y para todos los que van a decir que el beso se hace de a dos y que acá queda como que la mina solo tiene que abrir la boca y blablabla... nada, no pierdan el tiempo, que ya bastante lo perdieron si no son el de PD1 y estan leyendo hasta acá.
