
martes, octubre 24, 2006
El Don de la Oportunidad
El don de la oportunidad fue una saga grandiosa qeu hicimos con Chris en otro sitio en otra oportunidad.
Y, antes de que protesten, les aviso que este post no tiene peso por su propio contenido, sino por el recuerdo de lo dicho.
Ayer me fui a poner la vacuna contra la rubeola, esa de la Campaña Nacional.
Ayer fue 23 de octubre. Si pensamos que la campaña es del 1 de septiembre al 31 de octubre, no les tomará mucho trabajo concluír que me esmeré por encontrar excusas para dejar casi hasta último momento, y en realidad fui porque tenía que ir al sanatorio por otra cosa y blaaaaaaaaaa
blaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
blaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
No me gustan las vacunas (no, no hagan chistes que no sorprenden a nadie, por favor). No me gustan pero para nada.
De hecho, aquella vez que me agarré los dedos con un ventilador de techo, sufrí más con la antitetánica que con el susodicho ventilador.
Bueno, pero fui y punto.
Cuando vuelvo.
Mucho más tarde.
A la noche
Encuentro un mail en mi casillero de una agrupación de "fanáticos" donde dicen que tal vacuna no es más que un macabro plan del gobierno y la iglesia para esterilizar a las mujeres impulsado por el Banco Mundial para todo latinoamérica.
JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
JA digo ahora, porque, te juro, anoche, por un segundo, se me cayó el alma al piso.
Eso
Queso.
Y, antes de que protesten, les aviso que este post no tiene peso por su propio contenido, sino por el recuerdo de lo dicho.
Ayer me fui a poner la vacuna contra la rubeola, esa de la Campaña Nacional.
Ayer fue 23 de octubre. Si pensamos que la campaña es del 1 de septiembre al 31 de octubre, no les tomará mucho trabajo concluír que me esmeré por encontrar excusas para dejar casi hasta último momento, y en realidad fui porque tenía que ir al sanatorio por otra cosa y blaaaaaaaaaa
blaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
blaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
No me gustan las vacunas (no, no hagan chistes que no sorprenden a nadie, por favor). No me gustan pero para nada.
De hecho, aquella vez que me agarré los dedos con un ventilador de techo, sufrí más con la antitetánica que con el susodicho ventilador.
Bueno, pero fui y punto.
Cuando vuelvo.
Mucho más tarde.
A la noche
Encuentro un mail en mi casillero de una agrupación de "fanáticos" donde dicen que tal vacuna no es más que un macabro plan del gobierno y la iglesia para esterilizar a las mujeres impulsado por el Banco Mundial para todo latinoamérica.
JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
JA digo ahora, porque, te juro, anoche, por un segundo, se me cayó el alma al piso.
Eso
Queso.