Hay gente que es de mierda. Gracias a Dios, también hay, y mucha de la otra. Pero no es el punto. El punto de hoy, es la gente de mierda. Esas oscuras personas que parecen tener por destino en la vida, joder la de los demás. Casualmente o no, vienen siempre con disfraz de falluto/a, como para que de buenas a primeras, gente como yo, se confunda. No una vez. Infinitas veces.

Esas personas, de mierda, no hacen más que establecer máximas, sentencias, opiniones, que por regla general, nadie les pidió, sobre todo, especialmente, sobre todo lo que vos hacés, importandoles un pito, si lo que dicen te afecta en algún tipo de medida... sin siquiera sentarse a revisar qué hicieron ellos para que... nada, para que nada.

Con esa gente, me tocó lidiar hoy, y el día antes de hoy, y varios anteriores, en proporciones tan excesivas que me hinche las pelotas que no tengo de una manera superlativa, soberana, rotunda, y cuantos adjetivos puedan imaginar.

Y así estoy, escribiendo un post, que en realidad ni siquiera es críptico, es más bien un vómito, una catarsis, una forma de venir a decir en algún lado que estoy así, con ganas de prender fuego todo, de hacer rodar unas cuantas cabezas, de mandar a la mierda sin escalas a quien se lo merece, de barajar y dar de nuevo, de... de todo eso y a la vez de taaaaaanto, pero tanto más, que no me alcanza el largo del post (aun en el supuesto caso de que no tuviese límites) para escribirlo.

Insisto, no es un post críptico. Ahorra detalles, es cierto, en parte porque los detalles, son eso. Y en otra parte, porque acá hay gente de mi vida real que entra sin que se los invite, nada más. Los detalles no le hacen al todo. No cambian la impotencia. No cambian las ganas de reventar la pared a golpes, aún cuando sea la última actitud esperable (aún por mí) de alguien como yo.

Hay gente de mierda. Que dictamina sentencias. De la que no te podes deshacer porque vos, no sos ese tipo de personas. Que sobrellevas con cierta dignidad durante días, semanas, meses, minutos. QUe no sobrellevas pero ni en pedo. Hay gente de mierda, con la que me toca lidiar. Tengo ganas de romper todo. Tengo tanto para decir, que me repito por no prestar atención a lo que escribo. Estoy podrída. Muy podrida. Un nuevo estado de podredumbre. Me jode. Me molesta. Me duele. Especialmente, me duele que se me fastidie tanto pero tanto. Eso, básicamente es lo qeu venía a decir.


Por favor, no me sinecdoqueen. Ni siquiera me den demasiada pelota. Cada uno con sus miserias. Yo hoy, elijo traer las mías acá, no sé exactamente con qué propósito, ni con qué criterio. Sin embargo, insisto, no me sinecdoqueen, mañana a esta hora subiré un juego, si se me ocurre alguno o si alguien me manda uno. Y sino, subiré otra cosa.

Ahí nos vemos.