Si hay algo que realmente no me banc(aba)o, es a los chabones ambiguos.

Y no, no estoy hablando de bisexuales.


Y no, no es que ahora me los banque. Pasa que ahora, como bien ya se sabe, me retiré del mercado.


Pero bueno, volviendo al punto, nada peor que un chabón indefinido.


Je.


Estos tipos que suelen tener por frase de cabecera el célebre: nos hablamos.

Ufs.

Son un fastidio.


Por regla general, cuando empezás a pensar que bueno, que ya fue, que no hay onda, que bla. Ellos se las ingenian para volver a (entre)abrir la puerta, con un montón de boludeces que no tienen sentido: bueno, a ver si uno de estos días nos vemos y hacemos algo.

Me hace acordar a ese cuentito de: nadie nunca le dijo a alguien que algunos tenian todo siempre... Bueno, no, no me acuerdo para nada de cómo era exactamente el cuentito pero ya se entendió


Y ojo, que nadie les está pidiendo que vayan al frente cual kamikases. No. Para nada. Existen innumerables modos de llamar la atención de una persona sutilmente, pero se sabe que el blog no es sitio para que nadie ande avivando a nadie.


Así las cosas, sin embargo, he descubierto que lo que más me exaspera es la cantidad de baches de silencio que una mina puede explicar frente a uno de estos especímenes. Como dice el sabio dicho...

..la culpa no sería del chancho...