Es extraño como la mayoría de las mujeres cuando quedan embarazadas, van y se cortan el pelo. Generalmente mucho más corto de lo que lo tenían. Y muy al pedo, porque después se gastan fortunas en ese engendro de la cosmética que son las extensiones, que vienen a ser la cosa más repulsiva que existe en el mundo.

Porque no da, ir por ahí con mechones de pelo incrustados que son de otra mina.

Retomando. Me llama la atención, que las minas, cuando quedan embarazadas, vayan y se corten el pelo. Supongo que la idea es acentuar una imagen de mina más mayor, más seria.

Pero la posta es que se les acentúa así mal la cara de torta. Porque no hay forma de que durante el embarazo no se redondee todo el cuerpo. Ojo, esto puede ser beneficioso para ciertas partes del cuerpo. Pero no para la cara, en lo más mínimo.

Además, se sabe que durante el embarazo (debería empezar a pensar en un sinónimo para esta palabra porque ya la dije como 314 veces... sí, es hipérbole) las hormonas tienen tonelada de laburo, y como consecuencia la piel y el pelo te quedan radiantes... Bueno, no, no entremos en fastidiosos detalles sobre las estrías y todos esos pormenores. Hablo de la piel del cutis. Y del pelo. Entonces, no entiendo por qué alguien va, y se hace un corte drástico de la parte del cuerpo que probablemente esté en su mayor esplendor, produciendo un cambio total en su aspecto al punto tal que sus buenas amigas de años, se ven obligadas a mentir descaradamente con frases de ocasión:

uy! estás divina.


Eso último no es necesariamente cierto, pero se los puse para que puedan agarrarse de ahí, y dejar un comentario machista al respecto.