Hace un tiempo (cuac, no adelantemos el aniversario) en este blog los juegos empezaron buscando sinónimos. Ponele... formas de llamar a x cosa... y así.

Bien... así las cosas, hoy viene tan simple que parece que no lo hubiera pensado (estem):

No, no de enojo.


Ejemplo:

- Estoy en llamas


Claro, es menester recordarles que en este blog nunca se personalizó sobre la vida de la autora (estemm... sí, bueno, rápido, otro tema, eso)


Ahí se ven... y si no me ven es porqeu me evaporé en el aire (ja... esa podría contar como otro ejemplo)

Debido a ciertas muestras de preocupación recibidas en el mail de siempre, paso a aclarar que:

- no, no me abdujeron los extraterrestres (sí, bueno)


- tampoco me uní a una secta de fanáticos ni entré en un grupo de adoratrices (de este último, creo que estoy a días de obtener la membrecía vitalicia)


- no, no decidí arbitrariamente cerrar el blog (espero que esto no haya sido, en el fondo una sugerencia)




Digamos que... cómo decirlo. Estoy en el epicentro del caos absoluto. He perdido la conciencia, la razón y ciertas otras precarias facultades que mantenían mi existencia en un tranquilo equillibrio.


Bah. Estoy al horno. Literal y alegóricamente.


Si me preguntan hoy... hoy podría confesar las bestialidades más salvajes y también las verdades más enternecedoras... pero postear, lo que se dice pensar un post, no puedo.

Como tampoco puedo hacer dos millones de otras cosas que tengo que hacer y que voy resolviendo a duras penas, en los brevísimos instantes en los que no estoy derritiendome entre tus manos, fundiendome en tus besos, estremeciendome con tu respiración en mis orej... Nah, dejá... obviemos detalles.

Así las cosas. Paso de la euforia más absoluta e irredenta al mal humor más descarado. Sin solución de continuidad... y ustedes pensarán que simplemente me está por venir. Y sí. Pero a mí me ha estado "por venir" durante cada mes, en los últimos miles de años... y nunca, jamás, pero ni cerca, estuve tan fuera del control de mi misma.

Así estoy con un metejón de proporciones épicas. Completamente aterrada. Completamente estaqueada. Y tantos otros adjetivos que prefiero guardar para susurrarte al oído en el transcurso de la tarde.



PD: Este blog intentará, a la par de quien escribe, ya no retornar a la normalidad, sino encontrar un nuevo equilibrio en este exquisitamente placentero sinsentido.

Es como si te hubieras acordado por algo... pero no podés acordarte por qué... Claro, no tenés idea de por qué exactamente te acordaste de eso.

Pero de pronto estás tarareando esa canción... sin ningún sentido aparente. Después de años... cientos... bueno, algunos cuantos años. Y la empezás a cantar... inventando partes, suponiendo otras, porque, honestamente, nunca fue de esos temas qeu atesoraste.

Y te das cuenta que cierra, perfectamente, por lo que deducís que, probablemente hasta tengas un inconciente cómplice.

Y también un cómplice, inconciente.

Todo el día... todo el fucking día. Excepto ese momento, Momento, en el qeu fuiste de cristal.

Todo el día, cantando... te, este tema, en los fugaces momentos en los que tu cuerpo no se enrevesaba con el mio, e, incluso, durante.


Justo hoy. Tal vez, también, justo mañana.

Cuando vamos al zoo... vos y yo, disfrutamos particularmente de recorrer la Selva Subtropical, un reducto enorme ambientado como selva con cuevas, cascadas y animales incluídos (donde alguna vez estuvo lo que usted, lector treintañero, y yo conocimos como osera).

Allí, nosotros somos exploradores. Antes de entrar nos saludamos como si recien nos conocieramos con un cordial apretón de manos y un nombre completamente ficticio que, como es super secreto, no pienso revelar, porque podría hacer fracasar futuras misiones.

Después, bordeamos todo el lugar caminando por unas tarimas que son, en realidad, un puente que te salva de un río infestadísimo de enormes cocodrilos, pirañas y mantarayas, anque algún que otro mounstruo marino. Evidentemente, alguno de los dos siempre se cae al agua (suelo ser yo, porque al parecer, soy la que tiene más en claro que allí solo hay pasto) y el otro, tiene que ingeniarselas para rescatarlo, sin abandonar la seguridad del precario puente.

Esto, además de divertirnos horrores, suele dejarnos las manos llenas de tierra y el recuerdo de alguna mirada desaprobatoria de viejas amargas que vos, Joa, ni registrás; y que yo, Maga, atesoro como medallas.

Una vez adentro, damos algunas vueltas en círculo para desorientarnos y elegimos un animal. Ponele, murciélagos. Bah, en realidad a los murciélagos los elegís siempre vos porque a mí, me espantan y claramente prefiero esconderme debajo de mi cama. Y bien, ahí partimos, los exploradores, a encontrar la última reserva de murciélagos del continente americano.

Nos perdemos unas cuatro veces, cruzamos el puente de la cascada otras cinco, imitamos animales en cada cueva que hace eco y esquivamos gente (cazadores malévolos en su mayoría) hasta que ¿sin querer? quedamos frente a la jaula del mono araña y cantamos "puerco araña, puerco araña". O, salimos al pasadizo de los guacamayos y yo imito un "Joaquín, Joaquín" que vos nunca terminás de saber de dónde viene.

Todo ello para terminar de lleno en la cueva oscura de tubos violetas, donde revolotean, detrás de un indispensable vidrio, cientos de asquerosos murciélagos que a vos te fascinan, mientras te agarro del hombro para que no te pierdas en la oscuridad, para que no me pierda yo en un miedo inoportuno.

Después nos vamos, comentando las mil formas en las que nos salvaría Spiderman si el puente de la cascada se rompe, hasta que llegamos afuera y nos despedimos como dos buenos exploradores con un sonoro beso... Todo para que, dos pasos después, me digas: Ma! podemos hacerlo otra vez?

Y así, cinco o seis veces más, hasta que nos damos cuenta de que en diez minutos, en la otra punta del zoo, empieza el último show de lobos marinos del día, y tenemos que correr la maratón de Beijing para llegar a tiempo.



¡Enano, ojalá que ni los boludos de siempre, ni la escuela, ni yo... atentemos jamás contra esa capacidad de imaginar!

Cualquier hombre (la historia de mi vida) que tenga ganas (la historia de mi vida... ah, no; eso ya lo mencioné) puede darse cuenta si la mina que tiene al lado (abajo, arriba, adelante, al costado... en cu... bue, se entendió) acaba de fingir o...

... no, así no


si acaba o finge un orgasmo.

Y al que no se da cuenta, siempre le vendría bien prestar atención al humor de la fémina en cuestión una vez acabado... concluído el episodio...

ja...

"espisodio"


Sí, ya sé... este post es cualquier cosa, y ahora van a armar un debate interminable sobre "las minas que fingen"... y bue... deberían ver los esfuerzos descomunales que hago para que no me explote la cabeza con el cuerpo incluído, en diez millones de partículas...



Llegaron hasta acá buscando el remate? Lean el título, por favor.

Bien... el de hoy, se lo debemos a Maniac que lo sugirió unos cuantos comentarios más abajo. Por lo que, si les parece una porquería van y se lo dicen... y si no, vienen y me reconocen el mérito de haberlo puesto... es decir, de dejarme poner... OH... o, mejor me callo la boca (y sigo chup... basta!)

Bien.


Decía.


El juego es así:




De donde debe inferirse: recuerdos que te trae un tema musical


Je.

Ejemplo:

A mí (no, no a Maniac) "Hacelo por Mi" me hace acordar a cuando, estando en primer año del colegio, me gustaba Mariano que estaba en séptimo grado. Únicás dos semanas de mi vida en las que me gustó un pendejo. Cuac


Y tengo miles, pero como soy buena, por ahora pongo uno solo


Bien. Ahí se ven... y yo, me voy a escuchar ese tema que tiene gusto a tus besos

Hoy tengo particulares ganas de no trabajar ni un minuto más pero es imposible
Hoy tengo particular interés en caminar por cualquier lugar con un poco de verde pero no tengo tiempo
Hoy tengo particulares quilombos que sí o sí tengo que resolver y no tengo la más puta idea del cómo
Hoy tengo que decidirme sobre cierta cuestión puntual uqe me resultaba particularmente divertida pero que ahora me empieza a romper las pelotas
Hoy tengo que hacer diez millones de cosas para salvar en un empate digno el "to do list" y acá estoy, posteando
Hoy tengo que saludar a alguien por "x" motivo y no me da el tiempo ni en mis cálculos más audaces.
Hoy tengo especiales ganas de mandar el mundo a la mierda y sin embargo sé que no voy a hacerlo.
Hoy tengo ganas de dejar de hacer cagadas y a la vez, no

Hoy tengo particulares ganas de coger...

Primero, tenés que explicarle que ese ruido se llama "sirena"

Inmediatamente, saltás al concepto de polisemia para poder diferenciar ese ruido del otro ser mitológico mitad mujer, mitad pez que vive "bajo del mar" con el cangrejo Sebastian.

Después, volvés a la sirena, y a por qué ese auto tiene y este otro, no. Acto seguido estás hablando de bomberos, médicos y policias; prohibiendote a vos misma mencionar la palabra pizza o dejar caer un sarcasmo.

Para cuando te das cuenta, acabás de decir delante de la criatura, la palabra "semáforo" seguido de un: pueden pasarlo en rojo, que evidentemente se te escapó. Entonces tenés que explicar por vez número mil cuándo se cruza, cuando no, y por qué.

Si tenes suerte, queda ahí.

Pero lo más probable es que tengas que dar una noción general sobre qué hacer en el caso de que esa sirena la escuches antes de cruzar, a pie.

Ahora, inevitablemente, se te va a preguntar por qué nosotros no vamos en esa ambulancia al médico. Y ahí te tocará hacer equilibrio entre infomación comprensible para un crío de cuatro años y sensibilidad que no hay que herir innecesariamente. Acto seguido, deberás dar cuenta de las consecuencias devastadoras del fuego donde, seguramente, vendrá en tu auxilio el recuerdo de Bambi.

Así las cosas, y evitando con toda intención el caer en taxativos opuestos sobre los "malos" que roban y los "buenos" que apresan, concluirás con un: ¿te expliqué bien o hice mucho lío? Y justo cuando comiences a esbozar una sonrisa de satisfacción por el: sí, está bien... la demanda te caerá como un rayo: "Ma! ¿me lo contás todo de nuevo... por favor?

Y sabés que sí. Que como él quiera. Que ese o cualquiera de los dos mil quinientos por qué del día.


Pero...

No podés evitar pensar que hace cuatro años atrás, vos te jactabas de no darle explicaciones a nadie, sobre nada, nunca. Y hasta tenías un tonito encantadoramente salamero para decir: yo no doy explicaciones.

Chin Pum!

¿Cómo explicás una sensación?

Yo podría contarles que es un hormigueo en el cuerpo... Que es un sacudón en el alma... Que es la suma de un montón de recuerdos tristes, o mejor, melancólicos; dosificados con la alegría rotunda del presente... Que es el absoluto convencimiento de que eso te está conmoviendo. Que es el cuerpo que te vibra, y la cabeza que se te dispara en mil imagenes.

Algo así me pasó. cuando paseando por el blog de Alex, me encontré con este tema ... Me enamoré perdidamente, de la historia de los nenes primero, del tema, al unísono.

Les diría que también vale la pena chequear "Run" de la misma banda; pero me temo que el certero golpe que me dio ese tema, tiene que ver con el estado de total embelesamiento con el que hoy convivió mi alma.

Así:

¿Qué intuís/imaginás sobre x blogger? (donde hay que reemplazar "x" con el nombre del blogger que más quieran... ojo, querer, como sinónimo de desear, no de amar. Bue, desear, como sinónimo de elegir, no de querer partir al medio; estem... elegir... bue, no, (así) no se puede... Che, cómo se puso de oscuro todo. Arranquemos de nuevo).




Y como sé que "alguien" va a venir a buchonear que este juego ya se hizo, lo amplío: en qué pensás que trabaja, qué le gusta, qué no, qué hace, cómo es, qué piensa de la actualidad política de Francia, dónde vive, cómo garch... (loco! alguien que me pegue, por favor)... y todo lo que se les ocurra


Ejemplos:

- Carola, es la primera vez que es fiel en toda su vida
- El Toro, desayuna mocos
- Naty, ahora que está casada, hace la gran Carola y también es fiel
- Jack, es rubio
- El Tío, le prepara el desayuno al Toro
- Peluca, en realidad, en lugar de metal, escucha Miranda, La Mosca, o melódicos latinos
- Cachito, lee esto en silencio
- Bobby, está bueno, pero es excesivamente formal


Ufs. Tengo más eh, muchísimos. Y no, no tengo taaanto tiempo al pedo, lo que ocurre es que tengo una extrema habilidad para pensar boludeces. Sí, incluso a veces, en contra de aquello que me interesa.


PD: Gracias por las sugerencias. El departamento de control de (no) calidad, las evaluará y, en breve, verán la luz.

Ahí se ven. Y por cierto, si los que ven la luz son ustedes, NO VAYAN.

Ayer, recorrió el mundo, la foto de una bebe de nueve meses, a la que la mamá tuvo que arrojar desde un cuarto piso, para que no muriera en el incendio. A la beba la atajó un policía y está bien. Pero no los distraigo más, acá lo explican en detalle.


Me acuerdo que cuando era chica. Bueno, en realidad no era tan chica. Yo en unos meses cumplo 30 años (por qué me lo tienen que recordar? eh? por qué?), así que, cuando digo que era "chica" probablemente, ya cogía (bueno, loco, venía todo muy serio). En fín. Borremos.

Me acuerdo que cuando era chica, y leí sobre la "etica situacional", me obsesionó (sí, además de histérica a veces soy obsesiva; no en vano la momia me odiaba en Semiótica 1) el tema del "mal menor". Es decir, frente a dos opciones catastróficas, tenés que terminar eligiendo aquella que resulte en una catastrofe mejor.

Como yo, aún era bastante utópica, rebatía este punto, pensando en que nunca hay que contentarse con lo que hay, y que está bueno pelear por las propias opciones. Bueno, evidentemente yo, además de utópica era bastante ciega (pero no ciega de las que hay que guiar hasta el baño... ciega)... Por suerte, con el tiempo crecí.

Porque ayer pensaba, lo que debe haber sido para la madre de esa bebe, el instante en el que tuvo que soltarla al vacío. Con el alma entera puesta en que el policía la ataje. Para que no se la tragaran las llamas. Lo pensaba y lo volvía a pensar... y la única conclusión posible... es que hay que ver los tremendos ovarios de esa mujer... para tener que arriesgar así, aquello que más querés en el mundo, para poder salvarle la vida.


PD: seguimos buscando juego en el post no serio de abajo

Este blog necesita, para el viernes, un juego!

Pueden aportar, sugerir o proponer en los comentarios o al mail de siempre

Hay dos tipos de hombres (ufs... no se comporten como si entraran acá por primera vez, hay diversos tipos de hombres, pero si no hago la gran Maitena -una persona a la que detesto- de vez en cuando, es muy difícil postear)...


1- Los que saben
2- Los que no saben
3- Los que parece que sí, pero no


¿Saben qué? Todo. O casi. Que, para el caso, es igual de parecido.


En realidad. Hay tantas interpretaciones posibles que seguramente no habría dos mujeres capaces de ponerse plenamente de acuerdo acerca de cuando un tipo califica como que "sabe" y cuando no. (Carolate y yo seguro coincidiríamos... de donde no debe deducirse que a mí me guste su marido)


Pero, convengamos que, a grandes rasgos, una puede ir agrupando en los grupos 1 y 2 a los especímenes (casi siempre humanos) con los que se va cruzando. Claro que, para ello, hace falta tiempo, experiencia, la alarma del coso macanudo, una amiga más grande, amigos varones, e innumerables herramientas de las que una puede ir aprendiendo algo. Incluso siendo una tan necia como quien escribe estas líneas.


Sin embargo, el grupo 3, es muchísimo más jodido, incluso peor que el grupo 2. Al menos es jodido hasta el día en que, de repente, por un comentario aislado, un gesto a destiempo o una palabra desafortunada, ves la punta (paaaaareeeeeeeen, zarpados... además, con todo respeto, a esta edad... ver la punta es algo que CENSURADO) del iceberg (bue, iceberg, rolito, cubito... sí, cubito), y pensás...: y si es un pelotudo? Y listo, ahí está el principio del fín.


Qué buena frase esa del principio del fin. Lo que no logro establecer es si es un eufemismo, una antítesis, una catacresis o una rotunda pelotudes. Bueno, con saber que este es el principio del fin me basta (y eso, es sarcasmo)


Chin Pum

Viene facilísimo...


... rescate emotivo de cosas re ochentosas (noventosas y setentosas; también valen, NUT no discrimina)


música, ropa, programas de TV, frases célebres, palabras, temas, bandas... lo que quieran.




Ejemplo:


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(hay que ver lo que yo amaba esta versión de Bon Jovi, si escuchan atentamente, van a oir cómo se me está partiendo el corazón)




Ahí se ven, y sino se llaman